El Gobierno pretende ajustar el gasto público de la Administración en más de 50.000 millones de euros (el 4,8% del PIB) en el período 2014-2017. La fase más intensa del recorte, condición necesaria para el cumplimiento de los objetivos de déficit pactados con la Comisión Europea, corresponderá a los dos últimos años del citado plazo.
Así, si el Ejecutivo renueva su mandato en las elecciones generales de noviembre de 2015, promete reducir en más de 30.000 millones de euros (el 2,9% del PIB) el gasto público durante los dos primeros años de una hipotética segunda legislatura. En el presente ejercicio, el recorte será de 9.400 millones (el 0,9% del PIB), el año que viene, el ajuste rondará los 10.500 millones (el 1%).
Los salarios de los funcionarios y el gasto corriente de la Administración serán las partidas en las que el ajuste será más intenso. Así, durante el presente ejercicio, el Ejecutivo prevé un recorte de gasto de cerca de 7.500 millones conjunto entre los salarios de los funcionarios y los desembolsos en los servicios y bienes básicos para el funcionamiento de la maquinaria de Administración (agua, luz, combustible, material de oficina, etc). En términos relativos, este capítulo asumirá casi el 80% del ahorro total previsto por el Gobierno en 2014.