Desde STAJ nos mantenemos firmes en nuestra política de austeridad, y un año más, renunciamos a percibir cualquier tipo de subvención. No solo entendemos que la financiación de los sindicatos debe provenir exclusivamente de las cuotas de sus afiliados, sino que entendemos que en un momento en que aun no han desaparecido todos los recortes, y en el que además reclamamos mejoras salariales para los funcionarios de Justicia, no es oportuno que los sindicatos percibamos ningún tipo de subvención.
Consideramos que más allá de facilitar locales sindicales dentro de los centros de trabajo y los medios mínimos indispensables para desarrollar en ellos la actividad sindical, obligación de todo empleador según establece la Ley Orgánica de Libertad Sindical y el propio Estatuto Básico del Empleado Público, las subvenciones constituyen un gasto innecesario que es urgente suspender e incluso suprimir, junto a otros muchos gastos superfluos e innecesarios que este sindicato ya ha denunciado en multitud de ocasiones.
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