La corrupción y la defensa de la unidad de España han centrado los discursos del presidente del Tribunal Supremo y del CGPJ, Carlos Lesmes, y el fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, en el acto de apertura del Año Judicial presidido por el Rey Felipe VI en la sede del Tribunal Supremo.
Lesmes ha hecho una breve reseña de la Memoria Judicial correspondiente a 2013. Ha señalado que los magistrados españoles dictaron 1.571.391 sentencias y resolvieron casi 9 millones de asuntos frente a los 8.600.000 ingresados.
El presidente del órgano de gobierno de los jueces ha manifestado que estos datos ponen de manifiesto la laboriosidad de los Juzgados y Tribunales españoles y ha destacado al Tribunal Supremo, cuyos tiempos de respuesta -15 meses en la Sala de lo Contencioso-Administrativo y apenas seis meses en la Sala de lo Penal- "se encuentran en la vanguardia de los Tribunales de Casación europeos".
En su repaso a la memoria de la Fiscalía, Torres-Dulce ha constatado un "descenso generalizado" en el volumen de actividad de los juzgados de lo contencioso-administrativo y ha afirmado que una de sus causas radica en las nuevas tasas judiciales.
El fiscal general del Estado ha reclamado más medios para combatir la corrupción ya que la respuesta de la Justicia es "en exceso lenta y a veces desigual", razón por la que hay que demandar "los medios que cambien ese rumbo, así como modificar aquellos hábitos procesales y organizativos propios que lastran" la eficiencia judicial.