¿Mediación? Sí, esa es la palabra clave. Ha sido el proyecto que ha llevado a cabo un juzgado de Madrid, el número 73 de Primera Instancia, y que le ha hecho merecedor de un premio del Consejo General del Poder Judicial: el galardón a la Justicia Más Accesible. El proyecto se empezó a gestar en 2009, pero hasta principios de 2010 no se llevó a la práctica. Y así ha funcionado durante año y medio. Pero el proyecto ahora está parado por falta de fondos.
El plan se puede resumir en evitar juicios innecesarios y satisfacer a las dos partes demandantes. El proyecto se desarrollaba de la siguiente manera: ante una demanda, se citaba a las dos partes para una sesión informativa sobre la mediación, pero sin parar el proceso judicial. Tras la sesión informativa, si las partes aceptaban ir a la mediación, empezaban las reuniones, pero ya fuera del juzgado, en un despacho del Colegio de Abogados. Y al juez no se le comunicaba nada de lo que allí se hablaba, sólo el resultado.
Si se redactaba un acuerdo, el juzgado lo plasmaba en un auto. Y el proceso en la sede judicial se archiva. El 77% de los casos que se llevaron a mediación se resolvió de manera satisfactoria, y cada día entran nuevos asuntos que podrían seguir por este camino. Tanto los funcionarios del número 73 como la secretaria y el juez coinciden en que “se ha ahorrado mucho tiempo y trabajo en todos los asuntos que se han llevado a mediación”.