Altos cargos del equipo económico del Ejecutivo están admitiendo en privado estos días el efecto colateral que ha traído consigo la eliminación de la paga extra de Navidad a los casi tres millones de funcionarios españoles. Los datos que maneja el Gobierno sitúan la caída del consumo por encima del 20% durante estas fiestas. Y se atribuye directamente ese descenso a este recorte en las nóminas de los empleados públicos, ya que "esos ingresos de más en diciembre en este colectivo se dedican, esencialmente, a los gastos propios del período navideño".
El consumo ha caído considerablemente en la campaña de Navidad de los últimos cinco años. Pero esta tendencia se agravará aún más este año como consecuencia de la eliminación de la paga extra. Desde 2006, la caída del consumo es del 19,7% de media. Y, en esta ocasión, las previsiones del Gobierno superan ya con creces el 20%.
Ahora se asume, por tanto, que este ajuste "no va a ayudar a la mejora de un consumo ya retraído, sino todo lo contrario".