El vicepresidente del CGPJ, Fernando de Rosa, asegura que el problema de la administración de Justicia es de "mala organización". De Rosa propone una serie de reformas para desatascar los juzgados "sin realizar una inversión económica" y se muestra contrario a la devolución de competencias en materia de Justicia porque "la centralización ha supuesto que la Justicia esté retrasada y sin inversión durante unas cuantas decenas de años".
Una de esas reformas sería "una nueva Ley de Demarcación y Planta en la que se haga una distribución mucho más racional de los órganos judiciales como ha ocurrido en otras administraciones como la Seguridad Social o Hacienda".
Además, apuesta por elaborar "una ley de tribunal de instancia" para "la coordinación de todos los jueces en un partido judicial", lo que supondría acabar con el binomio juez-juzgado para "volver a la relación asunto-juez", que significa que al juez "le corresponden tantos asuntos y por tanto son los que tiene que resolver".
Para De Rosa, el órgano judicial, con el gasto que ello conlleva en juez, secretario, funcionarios y unas instalaciones, "ha quedado obsoleto", y como medida para filtrar el número de asuntos que entran en los juzgados apuesta por "métodos alternativos a la propia judicialización" como la mediación, el arbitraje o la conciliación.
Además, apuesta por elaborar "una ley de tribunal de instancia" para "la coordinación de todos los jueces en un partido judicial", lo que supondría acabar con el binomio juez-juzgado para "volver a la relación asunto-juez", que significa que al juez "le corresponden tantos asuntos y por tanto son los que tiene que resolver".
Para De Rosa, el órgano judicial, con el gasto que ello conlleva en juez, secretario, funcionarios y unas instalaciones, "ha quedado obsoleto", y como medida para filtrar el número de asuntos que entran en los juzgados apuesta por "métodos alternativos a la propia judicialización" como la mediación, el arbitraje o la conciliación.