La criminalidad en Madrid es una incógnita. O por lo menos, la cuarta parte de ella. El 27% de los delitos cometidos durante 2010 se clasificaron dentro de la categoría “sin especificar”, según consta en la Memoria de la Fiscalía correspondiente al año pasado, que el fiscal superior de Madrid, Manuel Moix, entregó a la presidenta regional, Esperanza Aguirre.
La propia Fiscalía pone en entredicho el contenido de toda la memoria por la aplicación informática que se utiliza en el ministerio público, la aplicación Fortuny, implantada por la Fiscalía General del Estado. Es la primera vez que la fiscalía utiliza la herramienta para sus fines estadísticos y el resultado no ha podido ser más nefasto. “Arroja unos datos que, en primer lugar, son contradictorios entre sí y, en segundo lugar, no coinciden con la realidad”, señala el documento.
Un ejemplo de los fallos de Fortuny es que da una cifra superior de diligencias urgentes que el total de delitos que las han necesitado. “No puede haber más diligencias que delitos”, zanjan los fiscales.