El fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, ha defendido, en la reforma de la planta judicial, "sentarse entre todos" con el fin de ver cómo se puede "conciliar" un modelo "moderno" con las tradiciones y "necesidades poblaciones reales " de la estructura demográfica de este país.
En declaraciones a los medios, Torres-Dulce ha recordado que el Consejo Fiscal ha hecho un informe "crítico" y le hubiese gustado que se definiese "antes" la ley de planta que la normativa del poder judicial. Así, ha manifestado que, a su juicio, tal y como está planteada la reforma, "se carga excesivamente a las comunidades autónomas en cuanto al desarrollo de la demarcación y planta en la toma de decisiones".
Para Torres-Dulce, se trata de "conciliar" la estructura judicial que está "demasiado anclada en el siglo XIX", en una España ruralizada con juzgados de instrucción, con "una planta de exigencias modernas, en que las grandes concentraciones urbanas deben representar el modelo de respuesta a las necesidades ciudadanas".
Todo ello, ha agregado el fiscal general del Estado, "siempre sin dificultar el acceso a los ciudadanos, porque está en juego la tutela judicial efectiva".