Son los primeros perjudicados por la reforma impulsada por Gallardón para profesionalizar y al mismo tiempo abaratar los costes de la Administración de Justicia y aún no se habían pronunciado. La Asociación de Jueces Sustitutos y Magistrados Suplentes (AJSYMS) se queja por la «falta de consideración y respeto» del ministro de Justicia y le ha invitado a consultar los currículos del colectivo.
A partir del 1 de enero, el Gobierno prescindirá, salvo en casos excepcionales, de los servicios de estos jueces no profesionales y el trabajo que desarrollaban hasta ahora recaerá sobre los hombros de los miembros de la carrera judicial.
Los jueces suplentes reclaman desde hace tiempo una regulación que ponga fin al «limbo legal» en el que «están desterrados» y critican que desde el Ministerio de Justicia se haya optado por su «expulsión automática», escudándose en razones presupuestarias.