Los notarios se consideran actualmente una pieza "infrautilizada" en el engranaje judicial español, por lo que se ofrecen al nuevo ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, para asumir nuevas competencias ahora en manos de los jueces.
Los notarios creen que en España, independiente de tomar medidas para mejorar el sistema judicial en sí, se necesitan "medios eficaces de prevención del pleito", es decir, que debería haber muchos menos asuntos que lleguen a sustanciarse en los juzgados. El colectivo cree que la desconfianza de los ciudadanos hacia la figura del árbitro, al no gozar este de la proyección pública que tiene el juez, se eliminaría "si el arbitraje se asentara claramente y para materias concretas sobre el notario". Las encuestas apuntan que el fedatario es percibido por la ciudadanía con carácter general "como muestra de seguridad jurídica".
El colectivo notarial reflexiona sobre las causas que llevan a que España sea uno de los "más litigiosos" de su entorno. La explicación que da es que, a pesar de ser "poco vendible políticamente", España es "uno de los escasos países de la Unión Europea en el que litigar es casi gratis". El cuerpo notarial va a más allá incluso y anima al Gobierno a explorar "medidas conjuntas de imposición más generalizada de tasas judiciales y de aplicación sin exclusión o, con causas muy excepcionales, del criterio objetivo del vencimiento en la determinación de las costas".