En los últimos tres años, Cantabria ha experimentado un aumento gradual en el número de adolescentes infractores: de 253 en 2008 a 298 en 2010. Las cifras siguen subiendo. Sólo en los seis primeros meses de 2011, 190 adolescentes han sido enjuiciados y el Juzgado de Menores ha dictado 158 medidas en sentencia.
Esta tendencia también se confirma en toda España. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), un total de 17.572 chavales fueron condenados en 2009, un 10,3% más que el período anterior. Jesús Rodríguez, jefe de la Sección de Menores Infractores del Gobierno de Cantabria, apunta que este incremento responde a «un mayor abanico de medidas», propiciado por la Ley 5/2000 o Ley del Menor.
Hurtos, vandalismo público o agresiones son las infracciones más comunes por parte de los adolescentes cántabros. Jesús Rodríguez comenta que, en los últimos años, se ha registrado un repunte en la violencia intrafamiliar -es decir, aquella en la que los hijos asaltan a sus progenitores- y, en menor medida, en las agresiones sexuales. Luis Elías, director del Centro Socioeducativo Juvenil de Cantabria (CSJC), destaca que «Cantabria no es una comunidad de delitos muy graves. Los dos grandes bloques son faltas contra la propiedad o lesiones. En la región, lo que provoca el internamiento es la reincidencia. En el centro acaban los chicos con los que se han intentado otras cosas y no ha funcionado».