Como ya sabéis, los tres días de libre disposición concedidos por el Ministerio de Justicia a los funcionarios de su ámbito, han sido anulados. Este hecho es una muestra de la total falta de consideración y de respeto del Ministerio hacia los funcionarios y los sindicatos. Es un despropósito que un día diga una cosa, tras una negociación muy difícil y, sólo horas después dé marcha atrás en el reconocimiento de un derecho que nos había sido "hurtado" a los trabajadores de Justicia.
Además, Gallardón deja en ridículo las funciones del Director General de Relaciones con la Administración de Justicia, Ricardo Conde Díez, el cual pactó dentro de sus competencias un permiso para los funcionarios de Justicia que reflejó en una Instrucción notificada a los sindicatos, y que de un plumazo Gallardón dejó sin efecto.
El Ministerio es el único culpable de lo absurdo en que se han convertido las mesas de negociación, donde lo acordado, de una u otra forma se ve ninguneado sin ningún sentido (como sucedió con la OEP de este año: Conde Díez pactó convocatoria para Tramitación y Auxilio Judicial, y en menos de 2 días le hicieron retractarse). El Ministerio es culpable de principio a fin.
Ahora, Conde Díez afirma que "convocará próximamente a los sindicatos para abordar la nueva situación y seguir trabajando conjuntamente en la búsqueda de nuevos acuerdos en la mesa sectorial de negociación". ¿Con qué credibilidad? Su firma y sus acuerdos no tienen validez.
Ha quedado demostrado que la palabra del Director General de Relaciones con la Administración de Justicia carece de valor, por lo que exigiremos su dimisión.