El Ministerio de Justicia ha visto con malos ojos la iniciativa de parte de los magistrados del Tribunal Supremo de reunirse tras el malestar en el órgano por las reformas planteadas por Alberto Ruiz-Gallardón. Fuentes del departamento consideran que el comportamiento de casi medio centenar de miembros es intolerable.
La semana pasada, casi 50 magistrados del Alto Tribunal se reunieron para analizar la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial, la que a su juicio intenta interceder en la independencia judicial. Al finalizar la reunión, todos los presentes acordaron emitir un comunicado público para sacar a la luz sus discrepancias con la reforma de Gallardón.
Ese comunicado, hecho público por la vía oficial del Tribunal Supremo, es a juicio del Ministerio un ataque de una institución del Estado a otra. La crítica no ha sido a título personal, sino que han utilizado los cauces oficiales para hacerla pública.
Fuentes del Ministerio sostienen que este comportamiento es sancionable, aunque descartan que se vaya a iniciar cualquier expediente contra los magistrados presentes en la convocatoria.