Definitivamente debe ser así. Es imposible explicar de otro modo la incansable sucesión de mentiras que llenan sus interminables panfletos propagandísticos. Llevan cuatro meses interpretando a la perfección el papel de "asustaviejas", contando interminables falsedades acerca de la desaparición de los partidos judiciales, de los juzgados de paz, de los puestos de trabajo, tratando de explicar lo inexplicable escribiendo párrafos interminables llenos de giros inverosímiles para, simplemente, manipular de forma burda e impresentable la opinión de los funcionarios. Incluso haciendo pseudo-asambleas en las que la demagogia es la estrella del argumento. Patético.
Lo último es sencillamente de risa, porque para CCOO, más o menos, gracias a su minireunión con el ministro de Justicia de este jueves día 23 de octubre (enmarcada dentro de las reuniones de cortesía e informativas que el nuevo ministro está manteniendo con todos los sindicatos -incluído STAJ- y con el resto de colectivos relacionados con la Justicia), se ha conseguido mantener los partidos judiciales, los juzgados de paz, los puestos de trabajo, etc, etc.
Pues no es cierto. Si se mantiene todo eso no es gracias a la actitud irresponsable, politizada, demagógica y electoralista de poca monta de CCOO. Muy al contrario, si se ha tumbado todo lo que de muy peligroso tenía la reforma de nuestro estatuto jurídico que se recogía en el Anteproyecto de LOPJ, ha sido gracias, entre otras cosas, al preacuerdo suscrito con el Ministerio por STAJ, UGT y CSIF, en el que expresamente, y entre otras muchas cosas, se garantiza el mantenimiento de los partidos judiciales, el mantenimiento de los juzgados de paz, el mantenimiento de los centros de destino, el mantenimiento de los centros de destino municipales y no provinciales, la prohibición de movilidad geográfica forzosa ordinaria (la extraordinaria, aunque casi inexistente, la pactó CCOO en el EBEP), la potenciación de la promoción interna, el compromiso de desarrollo reglamentario para mejorar la regulación de cuestiones como las sustituciones y comisiones de servicio, y otras muchas cosas recogidas en el preacuerdo que CCOO se empeña en ignorar tozuda y demagógicamente.
CCOO debería dejar de tomar a los funcionarios por lelos, dejar ya de mentir y de hacer demagogia de una vez por todas y dedicarse, por ejemplo, a poner más cuidado y controlar un poco más a las personas a las que confía los cargos de responsabilidad y las relaciones con la banca, con el poder y con los poderosos, ya que a esas seguro que no va a renunciar.