Notarios y registradores, dos colectivos habitualmente enfrentados, tienen ahora un objetivo común: lograr que el Ministerio de Justicia recapacite ante la reforma del sistema registral, cuyo borrador no ha sido aprobado aún. Aunque por distintas razones, ambos colectivos ponen pegas a la nueva regulación.
En el caso de los registradores, las opiniones están más divididas, pero son muchos los registradores de base que se oponen a medidas como la de asumir la gestión del Registro Civil, como así lo han venido manifestando.
La preocupación ha llevado a que la única plataforma que acoge a miembros de ambos cuerpos, Concordia, envíe un comunicado masivo a los 3.000 notarios y 1.000 registradores de toda España manifestando su oposición a una reforma que, según denuncian, ha sido elaborada "sin consenso entre todos los operadores implicados". Denuncian que el texto que se maneja ha abierto "numerosos frentes" y creado "tensiones y suspicacias".