Lo primero que a uno se le ocurre es que, con la creación de los Tribunales de Instancia y su ubicación en la capital de la provincia, los ciudadanos que no vivan en dichas capitales habrán de desplazarse hasta ellas para asistir a sus juicios o verificar la marcha de sus asuntos con el consiguiente gasto (para ellos) que esto implica. ¿Podemos cuantificar ese gasto para ver si al conjunto de los españoles la creación de estos Tribunales de Instancia les supone algún ahorro? Pues sí, podemos hacerlo, así que vamos a tratar de fijar el costo mínimo que estos "Tribunales de Distancia" van a suponer para los administrados que los usen. Tengan la paciencia de seguirme y se llevarán, ya se lo adelanto, una buena sorpresa.
Para calcular el coste mínimo lo primero que hemos de hacer es averiguar la población que se quedará sin un juzgado cercano a causa de la creación de estos Tribunales y, para ello, nada mejor que listar en una hoja de cálculo todos los partidos judiciales de España que no son capital de provincia en donde se recojan sus respectivas poblaciones, el número de asuntos tramitados y los kilómetros que lo separan de la capital. Me he tomado el trabajo, no poco tedioso, de confeccionar dichas hojas de cálculo tan sólo en lo relativo a la jurisdicción civil y el resultado pueden encontrarlo aquí. Observen que sólo figuran los partidos judiciales peninsulares pues, respecto de los insulares, podemos escribir un post cómico en relación a las "economías de escala" que el nuevo sistema genera. Así pues, seremos benevolentes y pasaremos por alto el hecho de que España tiene islas.
Conforme a las tablas que han podido consultar, la distancia media que separa las poblaciones actualmente con juzgado de la capital de la provincia es de 56 kilómetros y, en este punto, debemos hacer notar que esta cifra media se debe en buena parte a que en las áreas metropolitanas de Madrid, Barcelona y Valencia existen muchos partidos judiciales extremadamente cercanos a la capital, porque, si nos vamos a las zonas menos pobladas de España, uno puede observar cómo los pobres vecinos de Herrera del Duque (Badajoz) han de recorrer 200 kilómetros de ida y otros tantos de vuelta para acudir a la capital a hacer un juicio, o cómo los habitantes de Puigcerdá habrán de hacer más de 300 kilómetros por carretera para ir a solucionar un asunto al juzgado. Pero, seamos indulgentes de nuevo y sigamos.