"Una auténtica revolución de la estructura judicial". Así definió el presidente del TSJ de Castilla y León, José Luis Concepción, el borrador de la futura Ley de Planta y Demarcación, cuyo contenido genera opiniones diversas. Seis presidentes de Audiencias se han prestado a valorar las reformas.
Según Juan Miguel Carreras, de la Audiencia de Burgos, no tiene sentido la desaparición de las Audiencias, unas "estructuras judiciales estables" que sirven para vertebrar los territorios. Manuel García Prada, de la Audiencia de León, aplaude que se unifiquen todos los juzgados de primera instancia, siempre y cuando esta medida vaya ligada al despliegue real de las Oficinas Judiciales y la implantación del expediente digital.
Rafael Carnicero Giménez, de la Audiencia de Soria, no encuentra en la desaparición de las Audiencias "ventaja alguna para el ciudadano, ni que eso mejore la administración de justicia". Jose Ignacio Rafols, de la Audiencia de Palencia, ve "poco maduro" el borrador. Cree que los tribunales de instancia implican un alejamiento territorial respecto de los ciudadanos. También defiende la necesidad de establecer partidos judiciales de ámbito inferior al provincial en función de la entidad o la lejanía de determinados núcleos de población.
Feliciano Trebolle, de la Audiencia de Valladolid, es el menos crítico con la reforma judicial, aunque confiesa que puede ser dolorosa la desaparición de los partidos judiciales. Luis Brualla, de la Audiencia de Zamora, sintetiza en una frase su opinión: "Se ha empezado la casa por la ventana". Al margen de lo acertado de las reformas, afirma, la carencia de jueces y el hecho de haber empezado a acometerlas en una época de crisis y sin el respaldo económico necesario es "cuando menos, una gran temeridad".