El Gobierno va a poner en marcha un protocolo de actuación para hacer frente a los casos de agresiones que sufren los empleados públicos en su trabajo. Desde el comienzo de la crisis, este tipo de situaciones conflictivas se han incrementado de manera exponencial.
Por ello, el Gobierno se ha comprometido a lanzar un protocolo después del verano que haga frente a episodios de tensión en los diferentes sectores de la Administración. El protocolo incluirá un registro sistematizado de agresiones en todos y cada uno de los ámbitos administrativos. También se centrará en planes de prevención, actuación y protección ante situaciones violentas.
Fuentes del Gobierno explican que la Administración tiene localizados lo que denominan "puntos calientes". Este es el caso, por ejemplo, de los servicios de empleo, las sedes judiciales, las jefaturas de Tráfico, las delegaciones de Hacienda y las prisiones.