El Jurado no acaba de encontrar acomodo en la sociedad española. De hecho, el Ministro de Justicia ha reconocido que las “disfunciones” que provoca la actual Ley serán corregidas en la que será nueva Ley de Enjuiciamiento Criminal, que se conocerá a la vuelta del verano. Pocas personas aceptan de buen grado formar parte, y ya son varios los procesos que son vistos de nuevo por un tribunal profesional cambiando completamente la resolución.
Marc Molins, director del área penal del Despacho de Roca Junyent y Profesor en ESADE, razona que "creo interesante poner de manifiesto que las sentencias que emanan del Tribunal del Jurado nos permiten a los juristas saber en qué medida nuestras elaboraciones dogmáticas y doctrinales se alejan del sentir común que la ciudadanía nos traslada a través de sus veredictos".
Arturo Puig, abogado en Ceca Magán, entiende que "el modelo de jurado popular actualmente en vigor encierra más inconvenientes que ventajas. Frente al ideal democrático y ciudadano de la Justicia, particularmente siempre he detectado dos escollos fundamentales en este modelo: el riesgo de manipulación de los miembros del jurado y el relativo desinterés que esta institución suscita ente muchos ciudadanos, quienes la siguen percibiendo como algo ajeno o extraño."