Habiendo tomado ya posesión de sus cargos los miembros del nuevo Gobierno, Dolores Delgado será la encargada de la cartera de Justicia. Tiene ante sí importantes retos. Las relaciones entre el Ministerio y las organizaciones sindicales estaban muy deterioradas con el último equipo, a pesar de las muestras de buena voluntad que de palabra expresaba siempre el anterior ministro, pero que en la práctica no se materializaban más que en justamente lo contrario: Constantes ataques a los funcionarios de Justicia, vueltas de tuerca a nuestros derechos, nula voluntad negociadora para mejora de retribuciones, condiciones de trabajo y recuperación de derechos, empeoramiento de la promoción interna y complicación de los procesos selectivos.
Ello, junto con las reivindicaciones de otros colectivos como los jueces y los fiscales, los constantes fallos en Justicia digital, la necesidad de dar marcha atrás a propuestas legislativas que buscan mayor control político de la oficina judicial en detrimento de los derechos de los funcionarios, con una injerencia clara en la independencia judicial, entre otros muchos problemas que padece la Justicia española, son retos a los que se enfrentará la nueva ministra, a quien deseamos los mayores aciertos y esperamos, sinceramente, muestre un verdadero talante negociador y auténtica voluntad de llegar a acuerdos satisfactorios para todos, esperando también que se rodee de un equipo eficaz y que abandone de una vez por todas los clasismos a que nos tiene tan tristemente acostumbrados el Ministerio.