Más de un centenar de trabajadores de la administración de Justicia en Burgos, acompañados por algunos procuradores y abogados, se han concentrado ayer frente al edificio de juzgados para protestar por el mal funcionamiento de la Nueva Oficina Judicial, cuando se cumple un año de su implantación en el partido judicial de Burgos, el primero de España en el que se probó este sistema de organización.
El presidente de la Junta de Personal, Alberto Arroyo, de STAJ, ha asegurado que la Nueva Oficina Judicial sigue "sin funcionar adecuadamente" y ha pedido la desaparición del Servicio Común de Ordenación del Procedimiento. Arroyo ha asegurado que los trabajadores de Justicia en Burgos están "desmotivados" porque el sistema funciona tan mal que es muy difícil saber dónde se encuentran los expedientes y algunos llegan a desaparecer durante varios días antes de ser localizados.
Aunque ha reconocido que el sistema informático ya no registra interrupciones graves como ocurrió en los primeros meses de la implantación de la Nueva Oficina Judicial, Arroyo ha señalado que el Sistema Común de Ordenación del Procedimiento no funciona bien ni siquiera con la dotación de más de 20 interinos que prestan ahora apoyo y que han conseguido mejorar algo los resultados de meses anteriores.