El Pleno del Congreso de los Diputados ha aprobado definitivamente el pasado jueves el proyecto de ley de Presupuestos del 2018, después de las enmiendas introducidas en el Senado. Tras la publicación de los Presupuestos en el BOE es cuando se hará efectiva la pírrica subida salarial del 1,75% de los sueldos de los funcionarios para el año 2018, con carácter retroactivo desde el mes de enero.
El carácter retroactivo desde el mes de enero se aplica a un incremento del 1,5%, mientras que el 0,25% restante se paga a partir del mes de julio. Por lo tanto, nos deben una pequeña cantidad en concepto de atrasos. El incremento de las pensiones para los compañeros jubilados, será del 1,6% con carácter general y hasta el 3% para las pensiones más bajas.
Es de suponer que la subida se aplicará en la primera nómina abierta después de la publicación de los Presupuestos en el BOE. De momento desconocemos si será en el mes de julio o será en agosto. Esta subida es la aplicación del acuerdo de 9 de marzo que se firmó entre el Ejecutivo anterior y los sindicatos CSIF, UGT y CCOO, para el incremento retributivo del personal al servicio del Sector público a desarrollar en un período de 3 años, en los años 2018, 2019 y 2020.
Para el año 2018 el incremento será del 1,75%. Es una subida muy escasa, que puede quedar incluso por debajo de la carestía de la vida, en este sentido el Indice de Precios al Consumo (IPC) aumentó un 0,3% en junio en relación al mes anterior y elevó dos décimas su tasa interanual hasta el 2,3%, su nivel más alto desde abril de 2017. Por lo tanto, con esta subida estamos perdiendo otra vez poder adquisitivo. Debemos ser conscientes de que "por las buenas" da la sensación de que no se puede conseguir nada más, y si queremos más y mejorar nuestros salarios, o al menos recuperar el poder adquisitivo perdido en los últimos años, debemos plantearnos ir a un conflicto laboral.