Concepción criticó la escasez de recursos económicos, pues "la partida destinada a infraestructuras ha disminuído y la mayoría va destinada a la reforma de la Audiencia Nacional". Asimismo, más lamentable es la "inexistencia de presupuesto para nuevas tecnologías aplicadas a una Justicia del siglo XXI, a pesar de que debería haberse cuadruplicado" para una renovación similar a la de hace años en la Agencia Tributaria o la Seguridad Social.
Con todos estos mimbres, el presidente del TSJ tiene claro que el Ministerio no podrá llevar a cabo la modernización de la Justicia a través de la nueva Ley de Planta y Demarcación o de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. El magistrado, que aplaude que "por primera vez un Gobierno acometa una reforma judicial", considera imposible de desarrollar antes de concluir la legislatura, pues "de momento solo hay un borrador, ni siquiera un anteproyecto, y además sin dinero no se puede hacer una reforma".