El presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y del Tribunal Supremo, Carlos Dívar, se ha referido durante el discurso con motivo de la Apertura del Año Judicial a "las difíciles circunstancias económicas" que atraviesa el país y a su incidencia en la Justicia, señalando que los jueces son conscientes de la situación y que desde el CGPJ se realizan estudios "para calcular el coste de los litigios con el fin de que los recursos presupuestarios de las diferentes Administraciones se asignen de la manera más eficiente".
“Las difíciles circunstancias económicas que atravesamos inciden en los tribunales desde una doble perspectiva: por una parte aumentan los conflictos, y su complejidad en algunos órdenes jurisdiccionales y, por otra, limitan los recursos destinados a modernizar la administración de justicia y a adecuar los medios humanos y materiales a las necesidades del momento actual y a las del futuro previsible”, afirmó.
No obstante, el presidente del Supremo ha advertido que la modernización de la justicia "es un principio irrenunciable y se debe llevar a cabo con los medios disponibles en cada momento", porque es un proceso que "ha costado mucho trabajo iniciar y, sobre todo, mucho tiempo poner en marcha".
"Estoy seguro de que todos comprenderán y compartirán que la necesidad de contar con una estructura judicial y con unas leyes procesables estables, fruto de un acuerdo político lo más amplio posible es fundamental pues a todos beneficia el correcto funcionamiento de la justicia, igual que su mal funcionamiento comporta unos perjuicios generalizados, entre otros mayores costes", ha advertido.
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