El FMI no se fía. Aunque admite que la economía española se recupera gradualmente y reequilibra, quiere más y que se haga más rápido. Esa es la lectura general que hace el Fondo Monetario Internacional en su informe anual sobre España, en el que pide medidas adicionales para reducir el déficit, como elevar el IVA y los impuestos especiales (en particular sobre los carburantes) y recortar las inversiones y el gasto en funcionarios, la nómina total del sector público.