La generalización en el uso por los juzgados de las aplicaciones telemáticas de averiguación patrimonial y embargos de cuentas bancarias ha incidido con fuerza tanto en la mayor resolución de las ejecuciones como en el aumento de las reaperturas, según se explica en la Memoria del CGPJ de 2017 -que contiene los datos de 2016-.
En estos últimos casos, los acreedores solicitan al juzgado que reactive procedimientos provisionalmente archivados para localizar posibles bienes de los deudores sobre los que continuar la ejecución y, sobre todo, la averiguación e inmediata traba de las cuentas bancarias con saldo positivo que sean titularidad de los deudores.
Las ejecuciones hipotecarias de nuevo ingreso cayeron en 2016 en un 29%, la cifra más baja desde 2008.