Los funcionarios del Juzgado de Instrucción nº 3 de Málaga realizaban su turno de guardia de incidencias en las dependencias habituales del órgano, en el sótano de la Ciudad de la Justicia, pero al notar fuertes olores que han calificado de "nauseabundos", decidieron continuar la labor de guardia en su oficina de siempre, ubicada en la primera planta.
En repetidas ocasiones desde la inauguración de la Ciudad de la Justicia, se han repetido los problemas de malos olores en el edificio, atribuido cada vez que se da este hedor al IML, dadas las numerosas autopsias que se realizan de los cadáveres judiciales en esta infraestructura, aunque en otras ocasiones estos olores han provenido de las cañerías o incluso del aire acondicionado.
El secretario del STAJ en Málaga, Juan Antonio Luque, señala que "no es posible detectar de dónde provienen los olores, pero lo cierto es que este problema persiste desde que se inauguró el edificio y el hedor nunca ha desaparecido totalmente".
"Nosotros ya hemos dicho muchas veces que no se tenía que haber construído el IML donde está, sino que debe ir, y reiteramos nuestra petición, a un edificio anexo", apunta Luque.