Solo un "milagro", en palabras de los sindicatos, evitará la huelga indefinida prevista a partir del miércoles 7 de febrero en los juzgados gallegos. Lejos de acercar posturas, el conflicto entre Xunta y funcionarios judiciales, que reivindican mejoras salariales y laborales, se ha agravado. Y los trabajadores están dispuestos a "pelear" y a "ir a por todas".
Prueba de ello fue la asamblea celebrada en los juzgados de Vigo, a la que los funcionarios estaban convocados para elegir entre un paro indefinido de toda la jornada o de cinco horas diarias, las de atención al público. Ganó por goleada la primera opción, pero entre una y otra quedó claro que el 95% de los votantes apoyan la huelga. El resultado fue similar en el resto de las principales urbes gallegas.
El paro indefinido, algo inédito en los juzgados, podría sumir a los tribunales en un caos sin precedentes. En las tres jornadas de huelga previas, repartidas entre diciembre y este enero, los funcionarios paralizaron la actividad, cerrando la mayoría de salas y obligando a suspender casi todos los juicios. ¿Y cuánto podría durar la huelga? "Se va a luchar, hasta que la gente aguante, nuestras reivindicaciones son justas y legítimas", insistían.