Juzgados colapsados, magistrados y funcionarios que pagan el material de oficina de su bolsillo, sistemas informáticos incompatibles entre comunidades autónomas. El fracaso de la modernización de la Justicia ha estallado en un enfrentamiento abierto entre el Poder Judicial, el Gobierno y la Fiscalía, que ayer se escenificó públicamente a través de diversos comunicados. La debilidad política del ministro Francisco Caamaño, la personalidad “colérica” de Cándido Conde-Pumpido y el hartazgo del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) por la falta de reformas completan el retrato de una Administración de Justicia en situación límite.