El malestar es creciente en la carrera judicial contra Caamaño. Se considera que la mala gestión del político ha hecho perder la oportunidad de colocar a la justicia española en el siglo XXI. En palabras de una fuente oficial que prefiere no identificarse, estamos “ante una parálisis del impulso reformador”. Y como muestra destacan que en esta legislatura no se aprobarán normas tan relevantes como la Ley Concursal, la de Seguros, la de Mediación y Arbitraje, la de tribunales de instancia o la reforma de la ley de enjuiciamiento criminal.
La política de Caamaño, centrada en anunciar a bombo y platillo reformas esperanzadoras que acaban en una decepcionante realidad, ha llevado a muchos jueces y magistrados a plantearse la ruptura de la colaboración con el ministro y dejar de frenar el descontento creciente que hay en la carrera judicial y entre los funcionarios de Justicia.