Ello avala lo que en su día afirmamos, que se trata de un simple cambio de gestión y no de otra cosa, y que cualquier cambio legislativo que afecte a las pensiones de Clases Pasivas se podría hacer tranquilamente sin cambiar de Ministerio ni de órgano de gestión.
El alarmismo injustificado creado, excepto para buscar protagonismo, que se convirtió en dudas entre el personal de Justicia, ningún sentido ni significado tenía, más que sembrar miedo como estrategia seguida por algunos.
Clases Pasivas a día de hoy siguen igual, con o sin traspaso la legislación y las pensiones siguen siendo lo mismo que antes. A mayor abundamiento, como ya afirmamos en su día, Clases Pasivas es un sistema de pensiones que se declaró a extinguir hace diez años, con lo cual es poco probable que se reforme nada del mismo, porque desaparecerá en unos años sin necesidad de imponer ningún cambio.
Nos gustaría que el mismo entusiasmo que van poniendo algunos en crear inseguridad y miedo para captar trabajadores, lo utilizasen en colaborar en la recogida de firmas para que los funcionarios, todos nosotros, los de Clases Pasivas y los que no lo son, paguemos medicamentos en las mismas condiciones que en la Seguridad Social y no la barbaridad del 30% en la jubilación. Dejen de bombardear las iniciativas que realmente benefician al colectivo, como la del copago, que ni tan siquiera era nuestra, sino que se inició por otros colectivos también afectados y a la que inmediatamente tras tener conocimiento nos adherimos, por ser una medida efectiva y reclamada insistentemente por todos. Estos comportamientos solo van en detrimento de nuestro colectivo.