Se trata de un pulso entre gigantes del derecho. Soterrado, pero a la vez intenso. Un grupo de magistrados del Tribunal Supremo ha comenzado un boicot contra el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) que mantiene en vilo a buena parte de la carrera judicial. En las últimas semanas, varias decisiones del órgano de gobierno de los jueces han sido anuladas por cuestiones de forma por la sección de la Sala Tercera del Tribunal Supremo responsable de controlar la gestión del Poder Judicial. Los juristas que saben leer entre líneas los entresijos de la administración de justicia, no salen de su asombro a la luz de lo que han visto y oído en los últimos meses.