La rebaja de impuestos que anuncia el Gobierno es, en realidad, una subida. Es lo que confiesa el Ejecutivo en la actualización del Programa de Estabilidad 2014-2017 que ha vuelto a remitir a la Unión Europea en plenas vacaciones de Navidad. En ese documento de 108 folios, el Gobierno reconoce que la presión fiscal subirá desde el 33,9% anual hasta un 34,7% en 2017.
El motivo de que aumente la carga impositiva está en que tanto el Gobierno como autonomías y ayuntamientos subirán otros tributos para compensar la pérdida de recaudación derivada de la rebaja del IRPF, algo que había negado públicamente el Ministerio de Hacienda. Sin embargo, en el documento remitido a Bruselas se admite que la carga impositiva terminará siendo mayor no sólo cuando se mide en ingresos totales -una mayor recaudación que el Ejecutivo justifica con la recuperación económica- sino también cuando se analiza el porcentaje de impuestos sobre el PIB.