Los citados protocolos han dado lugar a una redistribución de la carga de trabajo que no es razonable ni equitativa, y es a todas luces desproporcionada para una buena atención del servicio, lo que ha producido un gran malestar entre los compañeros. Todo ello, previsiblemente, llevará al caos en los partidos judiciales de la fase I.
A modo de ejemplo, hay algún partido judicial de la fase I donde la ejecución civil se llevaba por cuatro compañeros, y tras el protocolo de la Secretaría de Gobierno ha pasado a ser llevada por únicamente dos compañeros, algo totalmente inasumible porque, además, no se ha tenido en cuenta la pendencia de procedimientos de ejecución existente.
Hemos puesto estos desequilibrios, a nuestro modo de ver, en conocimiento de la Dirección General de Justicia de Cantabria y de algunos Letrados directores para intentar hacerles ver lo ilógico de esos protocolos y el caos a que pueden dar lugar.