Como muestra, un par de casos. En Canarias, STAJ ha denunciado el deterioro y rotura de los sistemas de climatización de instalaciones judiciales, en los que se han efectuado mediciones de temperatura ambiental en puestos de trabajo, obteniéndose valores comprendidos entre los 31 y 32 grados dentro de dichas instalaciones, algunas sin ventanas y sin salida al exterior.
Por otra parte, en Sevilla STAJ ha denunciado la insuficiencia de las medidas adoptadas por la Administración, que se limita a instalar unos aparatos "arcaicos" o permitir a los funcionarios que salgan de las dependencias judiciales si el bochorno sobrepasa lo estipulado en las normas de prevención de riesgos laborales. Ambas, la de Canarias y la de Sevilla, son dos actuaciones concretas, pero hay muchas más.
STAJ considera que es inconcebible que todos los veranos el servicio público se vea interrumpido por el mismo problema y que no se den soluciones definitivas en vez de parches temporales, para que no se paralice la tramitación de los asuntos y los trabajadores puedan desarrollar su jornada laboral a pleno rendimiento en su horario completo, sin ver afectada su salud.