Ayer falleció Abelardo Sánchez Gabaldón, funcionario de la Administración de Justicia por acción de ese perverso virus que nos tiene sumidos en la excepcionalidad y en la parálisis de nuestra vida cotidiana.
Abelardo ha fallecido en acto de servicio. Hasta el día 16 de marzo estuvo sirviendo como empleado público en un juzgado de instrucción de Albacete. Todos los compañeros que compartieron oficina, reconocen en él su entrega, su sentido de servicio público y su profesionalidad en un sector que casi nunca tiene reconocimiento y casi siempre tiene críticas.
Desde STAJ nos unimos al dolor de su familia, amigos y compañeros por su pérdida, y al dolor de todos aquellos compañeros que han sufrido ya el vacío de alguna persona querida que se ha cobrado el covid-19, en este escenario lleno de incertidumbre, temor y rareza.
Es justo poner en valor y más en estos días, la labor que los trabajadores de la Administración de Justicia están realizando para mantener los servicios esenciales, máxime teniendo en cuenta las condiciones en las que se han tenido que prestar esos servicios, sin medidas de seguridad, sin protección.
Un trabajo silencioso, entregado y profesional sin el que la sociedad no encontraría respuesta ante la Justicia; un trabajo que viene a atenuar las deficiencias técnicas y materiales que sufre esta Administración; un trabajo sin el cual, sencillamente, no habría Justicia.