Sobre la robotización del empleo actual, el economista Niño Becerra destaca los avances brutales de la última década mientras advierte que "diversos estudios demuestran que más de un 45% de los puestos de trabajo actuales son propensos a sufrir automatización".
Además de consecuencias para el empleo, la robotización del trabajo tiraría hacia abajo los salarios medios en opinión del economista. Y con salarios más bajos, se lastraría a su vez el consumo. Niño Becerra augura que en un futuro más automatizado caerán las cotizaciones, la recaudación fiscal y se perderán puestos de trabajo.