STAJ no tiene ideología política, su posicionamiento siempre es y será la defensa de las condiciones de trabajo y retribuciones de los trabajadores de la Administración de Justicia, con independencia del color político del partido que gobierne. El origen fundacional y la actividad diaria de STAJ se basa en su independencia real frente a la Administración.
STAJ, para mantener esa independencia ha renunciado a recibir subvenciones públicas. En consonancia con esa idea, entendemos que es la Administración la que debe formar a los funcionarios directamente y no debería dar subvenciones a los sindicatos para que ellos gestionen la formación. Por eso STAJ nunca ha pedido subvenciones para formación, que provocan clientelismo y, en muchos casos, corruptelas, como tristemente vemos todos los días en los medios de comunicación.
STAJ se sirve de los escasos medios que por ley está obligada a proporcionarnos la Administración: permisos sindicales y locales. STAJ no tiene flotas de coches "oficiales" como tienen otros, ni grandes edificios, ni trabajadores a sueldo. Los delegados y liberados de STAJ se dedican de lleno a su labor sindical con austeridad. Por eso STAJ no necesita subvenciones, que los demás sindicatos reciben en cantidades indecentes en tiempos de crisis.