STAJ se ha dirigido a los partidos políticos para instarles a que apuesten por la Justicia de Paz, invirtiendo en medios humanos y materiales para ellos. Recientemente hemos visto como algunos partidos políticos se rasgaban las vestiduras y nos hacían ver que la desjudicialización del Registro Civil alejaba a este importante servicio público de la ciudadanía.
El propio ministro de Justicia ha manifestado que para no alejar el servicio de los ciudadanos, especialmente en las zonas rurales, se mantendrían algunas competencias de los Juzgados de Paz en materia de Registro Civil. Del mismo modo, y gracias al preacuerdo firmado con STAJ, se preserva la existencia de estos juzgados, de manera que en la futura reforma de la LOPJ se mantienen junto con los partidos judiciales, que gracias a dicho preacuerdo no desaparecerán.
Pues bien, para que todo eso sea posible es preciso que se invierta en la Justicia de Paz. En general la Administración de Justicia no se caracteriza por tener unos edificios modernos, unas instalaciones adecuadas, y unos medios materiales suficientes. Pero en el caso de una gran mayoría de Juzgados de Paz, la situación es de absoluto abandono.
La competencia para dotar de medios materiales e infraestructuras a los Juzgados de Paz corresponde a los Ayuntamientos. Sin embargo, la dejación que muchos hacen es más que evidente. Aunque hay honrosas excepciones, es habitual que los Juzgados de Paz cuenten con instalaciones antiguas, pequeñas, mal acondicionadas, con barreras arquitectónicas; en general instalaciones indignas tanto para los funcionarios que allí prestan sus servicios como para los ciudadanos que acuden a estos juzgados.
Ya es hora de que los partidos políticos pasen de la palabra a la acción. Si se apuesta de verdad por la Justicia próxima al ciudadano, el primer sitio donde deben demostrarlo es invirtiendo en los Juzgados de Paz. Ahora que hay elecciones municipales es el momento de que expresen este compromiso. Y de que lo cumplan.