En la mañana de ayer se han celebrado diversas concentraciones de funcionarios y ciudadanos en varias capitales de provincia, apoyadas por STAJ, contra la privatización del Registro Civil.
La decisión del Gobierno de Rajoy supondrá la desaparición de un importante servicio público que existe desde el 1 de enero de 1871 pasando de ser público y gratuito, a ser privado y de pago tras el traspaso de su gestión a los Registradores de la Propiedad y Mercantiles, que cobran por arancel, y que por tanto, hace prever que los ciudadanos tendremos que pagar por algo que antes era gratuito, ya sea directa o indirectamente.
Esto es algo que el Gobierno no llega a aclarar con transparencia, al igual que ha escondido -o no informado- del "regalo" de 130 millones de euros que se hace a los nuevos encargados de este servicio público. Esta cantidad es el gasto que se ha realizado en los últimos años para la digitalización y modernización del Registro Civil. Esta inversión ya realizada (y por tanto pagada con el impuesto de todos los ciudadanos) no va a llegar a rentabilizarse nunca porque ahora el Estado acuerda entregarla a los Registradores de la Propiedad y Mercantiles que, por ser arancelarios y cobrar por sus servicios, buscarán la rentabilidad para poder mantener -en toda lógica- sus despachos y empleados. Además, recientemente, se aprueba una nueva encomienda de gestión para las nacionalidades, con un coste de 4 millones de euros.
Pero es que, además de constituir este proceso privativo un recorte más en derechos y servicios de la ciudadanía, se añadirá otro perjuicio más al mermarse la garantía de prestación de este servicio por funcionarios públicos independientes e inamovibles porque, consumada que sea la privatización, pasará a ser gestionado por los empleados privados no sometidos a este imperativo legal y que trabajan al servicio de los Registradores.
Por todo ello, STAJ continuará con su campaña en contra de la privatización del Registro Civil y en defensa de su mantenimiento como servicio público, informando a la ciudadanía y apoyando a los compañeros de los Registros Civiles en su lucha de paralización de este proceso privativo.