El ministro de Justicia, Rafael Catalá, propone revisar los sistemas y criterios de reparto de casos entre juzgados, para que tengan "mayor margen de actuación las salas de gobierno de los Tribunales Superiores de Justicia y los jueces decanos" y así "aprovechar mejor los recursos disponibles".
Catalá apunta esta posibilidad como una vía para mejorar el tiempo de respuesta de los juzgados. El ministro alude también a la reforma del procedimiento penal para agilizar la instrucción de los asuntos complejos "sin necesidad de la concatenación absoluta de piezas".
En todo caso, subraya que su Departamento quiere analizar con detenimiento los datos para "identificar los puntos negros que distorsionan la respuesta de la Justicia" a la sociedad. A su modo de ver, "la imagen de la Justicia es peor que su realidad", pero hay indicadores que deben estudiarse. Así, precisa que el tiempo de respuesta en un juzgado de lo Mercantil puede ser de hasta 39 meses, mientras que en uno de instrucción se reduce a 1,7 meses.