Una vez más, esta vez en su comparecencia ante el Congreso de los Diputados el pasado miércoles, el nuevo ministro se ha mostrado partidario de mantener la estructura actual del modelo judicial en lo relativo a demarcación y, en concreto, "a los partidos judiciales como elementos que permiten prestar un servicio público de Justicia".
Eso no quiere decir que no se vayan a introducir las mejoras que sean necesarias para que la distribución territorial judicial funcione de un modo más eficaz en cuanto al tiempo de respuesta al ciudadano. Para ello se estudiará cómo racionalizar el reparto de las cargas de trabajo a través de las Salas de Gobierno de los Tribunales Superiores de Justicia y los jueces decanos en coordinación con el CGPJ.
Es, ni más ni menos, lo que venimos diciendo desde el mes de julio, pues el preacuerdo suscrito por STAJ y el Ministerio, garantizaba el mantenimiento de los partidos judiciales, entre otras muchas cosas. El desastroso anteproyecto de LOPJ, que entre otras cosas eliminaba los partidos judiciales, va a sufrir profundos cambios en muchísimos aspectos, muchos de ellos fruto de ese preacuerdo, como por ejemplo, ese del mantenimiento de los partidos judiciales.