El Gobierno tiene previsto negociar con los sindicatos que las futuras subidas salariales de los empleados públicos dejen de estar ligadas a la inflación y pasen a depender de otros componentes como la productividad y la competitividad. "Las subidas salariales sin más van en contra de la filosofía de desindexación que aprobó en su día el Gobierno por ley", asegura el secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta.
Según explica, lo que se pretende es avanzar en una evaluación del desempeño que premie "a quienes efectivamente estén trabajando más y a los que sean más productivos". El secretario de Estado afirma que se harán avances en la filosofía de una retribución por objetivos, en la movilidad funcionarial... (VER VIDEO).
En opinión de Beteta, este es el gran desafío que tiene para el próximo año y espera que las negociaciones den fruto en torno a junio o julio para que el nuevo sistema retributivo pase el trámite parlamentario antes de que acabe la legislatura.