"Somos el chivo expiatorio, nos han sacrificado. Es un servicio público esencial como la sanidad o la educación y se lo están cargando. Están produciendo indefensión pero la sociedad no sabe qué pasa". Con esta resignada contundencia se expresa Vicente Navarro, miembro del comité de huelga del STAJ, ante la situación de los funcionarios de la Administración de Justicia de Cataluña.
Conocidos coloquialmente como "la tropa", son gestores, tramitadores y auxilios judiciales en pie de guerra contra unos recortes que no afectan a jueces ni a secretarios judiciales. El tijeretazo ha sido del 7% de su sueldo bruto mensual, en función de la categoría y antiguedad de cada trabajador. "Aunque pueda parecer aberrante en el contexto de crisis actual, la cuestión económica es el motivo principal de la huelga porque nos parece injusto que se aplique este recorte".
Sólo en la ciudad de Barcelona, su decisión ha paralizado aproximadamente 5.500 demandas y 20.000 escritos, que ya no suben a los juzgados y se amontonan en pilas en el Juzgado Decano. Navarro considera que la negociación no ha avanzado por el temor del Departament de Justicia de un efecto dominó en otros pilares ya heridos de muerte. "Comprenden nuestra postura pero cuando tienen que trasladarla a Función Pública y Economía, chocan con un muro inexpugnable. Tienen miedo a que los maestros y los médicos también reclamen".