En el único informe elaborado por la Cámara de Cuentas de Andalucía desde su fundación sobre el uso de los subvenciones por formación profesional por empresarios y sindicatos se confirma que, en realidad, de las cantidades recibidas, casi la mitad se queda por diferentes conceptos en las propias las organizaciones sindicales y empresariales y que sólo un poco más de la mitad llegan efectivamente a los trabajadores y alumnos necesitados de la misma. Con esos fondos se ha erigido un imponente estructura patrimonial y socio-política de gran influencia en la vida andaluza.