Conforme a datos del CGPJ, la percepción ciudadana sobre la transparencia, la calidad de la atención prestada y la agilidad y de la Administración de Justicia sigue estando tremendamente lastrada por las disfunciones de los Registros Civiles. Nada menos que el 65,3% de las quejas basadas en la deficiente atención derivan de la relación de la ciudadanía con un Registro Civil, lo mismo que el 57,1% de las reclamaciones presentadas por falta de transparencia y el 34,1 % en las quejas sobre la agilidad de la justicia.
Los tres principales motivos de reclamación sobre los Registros Civiles siguen siendo el horario insuficiente, los tiempos de espera, la tramitación lenta y la insuficiencia de la plantilla y la del horario, que, sumados, acaparan el 50% de los motivos de reclamación.
En los últimos años el Ministerio de Justicia ha invertido importantes cantidades de dinero para la modernización de los Registros Civiles, gastando más de cien millones de euros: digitalización de los Registros Civiles, programas informáticos, expediente y firma digital, etc. que en la práctica nada o muy poco ha contribuido para la mejora general del servicio.