En febrero del año 2011 y a raíz de un Auto de la Audiencia Provincial de Navarra se abrió un intenso debate acerca de la viabilidad práctica del intento de la dación en pago ante la imposibilidad de abonar las cuotas de un préstamo hipotecario.
En el fondo se trataba, más allá de la valoración ética acerca de la enorme fuerza de un banco frente a un deudor hipotecario que no paga; de la capacidad del consumidor de entender y asumir a qué se estaba comprometiendo cuando suscribía un préstamo hipotecario.
El debate cristalizó en un Real Decreto de marzo de este año, una norma que mejora los procedimientos de ejecución de garantías hipotecarias. El RD está pasando sin pena ni gloria, y son de nuevo los juzgados, de nuevo navarros, los que dan ideas al deudor agobiado.