El Gobierno ha aprobado ayer viernes el Real Decreto que permitirá a las familias de bajos ingresos entregar su casa hipotecada al banco, saldando así la deuda que mantengan con la entidad. En realidad, para que esto se haga efectivo, los bancos tendrán primero que firmar el Código de Buenas Prácticas que ha salido del Consejo de Ministros y que será publicado en el Boletín Oficial del Estado. Eso sí, una vez suscrito, su cumplimiento será obligatorio y podrá invocarse ante los Tribunales.
Entre los mecanismos que se prevén para evitar el desahucio, en primer lugar se buscará una reestructuración del pago de la hipoteca estableciendo un periodo de carencia en el pago del capital de hasta cuatro años, y una ampliación del plazo del préstamo hasta 40 años.
En caso de que el deudor no pueda hacer frente a sus obligaciones de pago con estas facilidades, se prevé una quita de parte de la deuda en una segunda fase, y si aún así es inviable hacer frente a la hipoteca, se prevé la entrega de las llaves de la vivienda. Una vez llevada a cabo la dación en pago, se contempla que el antiguo propietario permanezca en la vivienda en régimen de alquiler durante dos años prorrogables.