Poco más de quince días lleva Alberto Ruiz-Gallardón en el cargo y ya está siendo tildado por algunos sectores de la carrera judicial de "populista". En sus actos públicos, el ministro de Justicia ha anunciado una serie de medidas que no han gustado tanto a parte del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) como a alguna asociación de jueces.
Su intención de revisar habilitar el mes de agosto para la celebración de juicios no ha sido bien visto por aquellos que estiman que lo ha dicho sin tener un planteamiento real de la situación. Los más duros incluso califican de ridícula la medida y arremeten contra el "desconocimiento" demostrado por Ruiz-Gallardón de los problemas de la administración judicial. "El ministro se toma la Justicia como si fuera la M-30", ironiza Germán Varela, portavoz de Jueces para la Democracia (JpD) en Galicia, quien lamenta que el Gobierno no tenga "ninguna intención de invertir" en Justicia para resolver sus problemas.
Ruiz-Gallardón ha llegado con muchas ideas al Ministerio, incluso ha nombrado a un equipo de técnicos para que saquen adelante con puño de hierro todas las reformas pendientes. Entre tanto, irá anunciando a cuentagotas otra serie de medidas que sólo el tiempo dirá si serán viables, como la habilitación del mes de agosto.